Pero todo ha quedado en una anécdota. Tras largo tiempo conociéndose a sí mismo, en terapia e incluso psicoanálisis, Melendi ha logrado convertirse en quien es ahora. Pero claro está, ha habido algún que otro tropezón que han servido al artista para recuperarse y coger fuerzas, pero sobre todo para darse cuenta de que el verdadero motivo de su alocada vida eran sus miedos. Todo ello, unido a que saltó a la fama siendo aún un cachorro hizo que el artista tocara fondo. Para sacarle de ahí, llegó su hija Carlota, iluminándole en su camino hacia la felicidad.
Lo importante es que para mí, es un modelo a seguir, un bálsamo para mis problemas con sus letras e incluso, ejemplo de que con fuerza, ganas y trabajo, todo se supera.
Por eso, "Melen" tiene todo mi amor, él mismo se lo ha ganado contando a sus fans sus batallitas y sus problemas con la adicción, lo cual es de agredecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario